#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos #MotivosDeSon
¡Oh Camagüey, oh suave comarca de pastores y sombreros! No puedo hablar, pero me gritan la noche, este misterio; no puedo hablar, pero me obligan
De tus manos gotean las uñas, en un manojo de diez uva… Piel, carne de tronco quemado, que cuando naufraga en el espejo,…
Tú, que partiste de Cuba, responde tú, ¿dónde hallarás verde y verde, azul y azul, palma y palma bajo el cielo?
No Cortés, ni Pizarro (aztecas, incas, juntos halando el… Mejor sus hombres rudos saltando el tiempo. Aquí, con sus… Aquí, con sus callosas, duras mano…
El Aconcagua. Bestia solemne y frígida. Cabeza blanca y ojos de piedra fija. Anda en lentos rebaños con otros animales semejantes
La lluvia, el cielo gris. Pas de téléphone lejos de ti. (Me duele el corazón). ¿ Qué hacer para saber
Como un puñal, como un arpón, el banderón americano en tu costado de carbón. Sucio de sangre el banderón. Un yanqui allí, látigo en mano.
¡Qué vida la que vivimos en estos años de muerte! ¡Qué vida la que morimos! El ojo del policía, abierto de noche y día.
La escena, en un salón familiar. La madre, blanca, y su hijo. Un niño negro, uno chino, uno judío, que están de visita. Todos de doce años más o menos. La madre, sentada, hace labor, ...
Vine en un barco negrero. Me trajeron. Caña y látigo el ingenio. Sol de hierro. Sudor como caramelo.
Si yo pudiera viajar hacia la Luna, viajara, pero señor, para averiguar si tiene limpia la cara.
¿Te hablaron ya de Río, del Pan, del Corcovado y el sanguinario estío? ¿Te han hablado? De la boite encendida
Paloma, sube a mirar desde esa rama de pino: dime si viene mi novia, si viene por el camino. ¿Qué piensas tú?
Allá dentro, en el monte, donde la luz acaba, allá en el monte adentro, ácana. Ay, ácana con ácana,
Tus guantes puestos en la punta de tu cuerpo d… y el punch de tu sonrisa. El Norte es fiero y rudo, boxeado… Ese mismo Broadway,