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No sé si me olvidarás, ni si es amor este miedo; yo sólo sé que te vas, yo sólo sé que me quedo. (Andrés Eloy Blanco)
No sé por qué piensas tú, soldado, que te odio yo, si somos la misma cosa yo, tú.
Desde la escuela Y aún antes... Desde el alba, cua… Era una brizna yo de sueño y llant… Desde entonces, Me dijeron mi nombre. Un santo y…
De tierras de Guatemala volando mi avión partía; lloraba con el motor, con la hélice decía: —¡Guatemala,
Isla de Turiguanó, te quiero comprar entera y sepultarte en mi voz. ¡Oh luz de estrella marina, isla de Turiguanó!
Paloma del palomar, cuando tú pases por México no dejes de preguntar quien me cerró la puerta a que llamo yo,
Vino usted de tan lejos, y yo, sin esperarla sabiendo que vendría. ¿Qué hacer, si apenas puedo verla al paso del viento,
José Ramón Cantaliso, ¡canta liso!, canta liso, José Ramón. Duro espinazo insumiso: por eso es que canta liso
Chévere del navajazo, se vuelve él mismo navaja: Pica tajadas de luna, mas la luna se le acaba; pica tajadas de canto,
Por el Mar de las Antillas (que también Caribe llaman) batida por olas duras y ornada de espumas blandas, bajo el sol que la persigue
Canto para matar a una culebra. ¡Mayombe—bombe—mayombé! ¡Mayombe—bombe—mayombé! ¡Mayombe—bombe—mayombé! La culebra tiene los ojos de vidri…
Los turistas en el bar: Cantaliso, su guitarra, y un son que comienza a andar. No me paguen porque cante lo que nos les cantaré;
Con mi tres o con su cuatro, cante, Juan Bimba, yo lo acompaño. —Canto en Cuba y Venezuela, y una canción se me sale:
El árbol que verdece a cada primavera, no es más feliz que yo, de nuevo verdiflor. Las amarillas hojas
Ayé me dijeron negro pa que me fajara yo: pero e que me lo desía era un negro como yo. Tan blanco como te ve