#EscritoresCubanos
¡Oh! la sangre del alma, ¿tú la ha… Tiene manos y voz, y al que la vie… Eternamente entre las sombras acus… ¡Hay crímenes ocultos, y hay cadáv… De almas, y hay villanos matadores…
¿Que como crin hirsuta de espantad… Caballo que en los troncos secos m… Garras y dientes de tremendo lobo, Mi destrozado verso se levanta?... Sí, pero ¡se levanta! A la manera…
Sé de brazos robustos, Blandos, fragantes; Y sé que cuando envuelven El cuello frágil, Mi cuerpo, como rosa
Qué me das? Chipre? Yo no lo quiero: Ni rey de bolsa Ni posaderos Tienen del vino
Para Aragón, en España, Tengo yo en mi corazón Un lugar todo Aragón, Franco, fiero, fiel, sin saña. Si quiere un tonto saber
Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti. Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado...
Como taza en que hierve De transparente vino En doradas burbujas El generoso espíritu; Como inquieto mar joven
Una mora de Trípoli tenía Una perla rosada, una gran perla: Y la echó con desdén al mar un día… —«¡Siempre la misma! ¡ya me cansa… Pocos años después, junto a la roc…
En el bote iba remando Por el lago seductor, Con el sol que era oro puro Y en el alma más de un sol. Y a mis pies ví de repente,
—¿De qué estás triste? —De amor. —¿Por quién? —Por cierta doncella. —¿Muy bella, pues?
El palacio está de luto Y en el trono llora el rey, Y la reina está llorando Donde no la puedan ver: En pañuelos de holán fino
El alma trémula y sola Padece al anochecer: Hay baile; vamos a ver La bailarina española. Han hecho bien en quitar
Cuando nací, sin sol, mi madre dij… “Flor de mi seno, Homagno generos… De mí y de la Creación suma y ref… Pez que en ave y corcel y hombre s… Mira estas dos, que con dolor te b…
La poesía es sagrada. Nadie De otro la tome, sino en sí. Ni n… Como a esclava infeliz que el llan… Para acudir a su inclemente dueña, La llame a voluntad: que vendrá en…
En la vida desterrada No hay puerto, seno ni abrigo Como el hallar un amigo En la sed de la jornada. Pero el consuelo es mayor