#EscritoresMexicanos
Allá en el claro, cerca del monte bajo una higuera como un dosel, hubo una choza donde habitaba una familia que ya no es. El padre, muerto; la madre, muerta…
Es un viejo borracho que me provoc… que me cierra el camino y al diabl… recio, locuaz, inmundo, descalzo y… con terribles ojazos de un gris de… y con una calvicie de yerma roca.
Sabedlo, soberanos y vasallos, próceres y mendigos: nadie tendrá derecho a lo superflu… mientras alguien carezca de lo est… Lo que llamamos caridad y ahora
Es un monstruo que me turba. Ojo… como el vidrio de una rada con hon… amenaza los bajeles con las unas d… La nariz resulta grácil y asemejas… La guedeja blonda y cruda y sujeta…
Insensibles a fiestas y grimas y con alas de luz de centellas, pero esquivos a cautas doncellas, difundíos por gentes y climas. No sois gemas inmunes a limas
Blancas y finas, y en el manto ape… visibles, y con aire de azucenas, las manos –que no rompen mis caden… Azules y con oro enarenados, como las noches limpias de nublado…
A tres leguas de un puerto bullent… que a desbordes y grescas anima, y al que a un tiempo la gloria y e… adornan de palmas la frente, hay un agrio breñal, y en la cima
Siempre aguijo el ingenio en la lí… y él en vano al misterio se asoma a buscar a la flor del Deseo vaso digno del puro Ideal. ¡Quién hiciera una trova tan dulce…
No intentes convencerme de torpeza con los delirios de tu mente loca: mi razón es al par luz y firmeza, firmeza y luz como el cristal de r… Semejante al nocturno peregrino,
Crin que al aire te vuela, rizada… parece a mis ahogos humo en fogata… y del harpa desprendes la serenata divinamente triste, como la luna. Y del celo ardoroso despides una
¡Señor, tenme piedad, aunque a ti… sin fe! ¡perdona que te niegue o r… y el ara tienda con bochorno infam… Vuelvo al antiguo altar. ¡No en v… guirnaldas a un león y desparrame
Portas al cuello la gentil nobleza del heráldico lirio; y en la mano el puro corte del cincel pagano; ¡y en los ojos abismos de belleza! Hay en tus rasgos acritud y alteza…
¿Qué te acongoja mientras que sube del horizonte del mar la nube, negro capuz? ¡Tendrán por ella frescura el ciel… pureza el aire, verdor el suelo,
Ya fuiste bendecido y coronado, esplendorosamente consagrado en medio de una pompa sin igual; óyeme, pues, escucha los consejos de quien fue sin tu venia a los fe…
Que como el perro que lame la mano de su señor, el miedo ablande el rigor con el llanto que derrame; que la ignorancia reclame