#1981 #EscritoresArgentinos #LaCifra
Esta noche, no lejos de la cumbre de la colina de Saint Pierre, una valerosa y venturosa música griega nos acaba de revelar que la muerte es más inverosímil que la vida y que, por consi...
Un hecho cualquiera –una observación, una despedida, un encuentro, uno de esos curiosos arabescos en que se complace el azar– puede suscitar la emoción estética. La suerte del poeta es ...
Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado; Luis Melián Lafinur se lo dio a mi padre, que lo trajo del Uruguay; Evaristo Carriego lo tuvo alguna vez en la mano. Quienes lo ven tien...
Soy, pero soy también el otro, el… el otro de mi sangre y de mi nombr… soy un vago señor y soy el hombre que detuvo las lanzas del desierto… Vuelvo a Junín, donde no estuve n…
Me crucifican y yo debo ser la cru… Me tienden la copa y yo debo ser l… Me engañan y yo debo ser la mentir… Me incendian y yo debo ser el infi… Debo alabar y agradecer cada insta…
Fría y tormentosa la noche que zar… Al doblar el Cerro, tiré desde la cubierta más alta una moneda que brilló y se anegó e… una cosa de luz que arrebataron el…
El hemisferio austral. Bajo su ál… de estrellas ignoradas por Ulises, un hombre busca y seguirá buscando las reliquias de aquella epifanía que le fue dada, hace ya tantos añ…
El claro azar o las secretas leyes que rigen este sueño, mi destino, quieren, oh necesaria y dulce patr… que no sin gloria y sin oprobio ab… ciento cincuenta laboriosos años
Grata la voz del agua a quien abrumaron negras arenas, grato a la mano cóncava el mármol circular de la columna, gratos los finos laberintos del ag…
Caminas por el campo de Castilla y casi no lo ves. Un intrincado versículo de Juan es tu cuidado y apenas reparaste en la amarilla puesta del sol. La vaga luz delira
Sospechándose indigno de otra haza… como aquella en el mar, este solda… a sórdidos oficios resignado, erraba oscuro por su dura España. Para borrar o mitigar la saña
Bruma de oro, el Occidente alumbr… la ventana. El asiduo manuscrito aguarda, ya cargado de infinito. Alguien construye a Dios en la pe… Un hombre engendra a Dios. Es un…
Los editores de la serie «La vivante histoire» acaban de reeditar este libro. Su nombre, un tanto general, no deja adivinar que se trata de dos estudios de carácter biográfico y literar...
El arrabal es el reflejo de nuestr… Mis pasos claudicaron cuando iban a pisar el horizonte y quedé entre las casas, cuadriculadas en manzanas
Más alto que los otros, caminaba Aquel hombre lejano entre los homb… Apenas si llamaba por sus nombres Secretos a los ángeles. Miraba Lo que no ven los ojos terrenales: