La paloma de vuelo popular (1958)
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Cerca de ti, ¿por qué tan lejos ve… ¿Por qué noche decir, si es mediod… Si arde mi piel, ¿por qué la tuya… si digo vida yo, ¿por qué tú muert… Ay, ¿por qué este tenerte sin tene…
La noche morada sueña sobre el mar; la voz de los pescadores mojada en el mar; sale la luna chorreando
Noticias de buena fuente denuncian hechos muy malos; que están repartiendo palos desde Oriente hasta Occidente. El ejército, obediente
Ana María, la trenza que te cae sobre el pecho, me mira con ojos de serpiente desde su piel torcida.
¡Aquí estamos! La palabra nos viene húmeda de los… Y un sol enérgico nos amanece entr… El puño es fuerte Y tiene el remo.
Tus venas, la raíz de nuestros árb… La raíz de mi árbol, retorcida; La raíz de mi árbol, de tu árbol, De todos nuestros árboles, Bebiendo sangre, húmeda de sangre,
La flauta gemía su melancolía. La flauta decía: no hay pena tan grande cual la pen… La flauta gemía
Entre los recuerdos que guardo de mi infancia camagüeyana, pocos se me presentan de manera tan enérgica como aquellos que hunden su raíz en el quehacer político del hombre que me dio vi...
La tarde abandonada gime deshecha… Del cielo caen recuerdos y entran… Duros suspiros rotos, quimeras las… Lentamente va viniendo tu cuerpo. Llegan tus manos en su órbita
Conozco la azul laguna y el cielo doblado en ella. Y el resplandor de la estrella. Y la luna. En mi chaqueta de abril
¿Cómo estás, Puerto Rico, tú de socio asociado en sociedad? Al pie de cocoteros y guitarras, bajo la luna y junto al mar, ¡que suave honor andar del brazo,
Pues aquí tiene usted, Julieta, cómo por fin enseño mi oreja de poeta. Pero un poeta sin spleen y sin ninguna
Vine en un barco negrero. Me trajeron. Caña y látigo el ingenio. Sol de hierro. Sudor como caramelo.
Que quieres, dicen, ser periodista. Eso, mi amigo, mucho me atrista. ¿Cómo, si eres,
¡Oh Camagüey, oh suave comarca de pastores y sombreros! No puedo hablar, pero me gritan la noche, este misterio; no puedo hablar, pero me obligan