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Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
EL día, una rosa blanca. La noche, un caballo negro. (La tarde, una mariposa que ha detenido su vuelo.)
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
Caperucita Roja, juega conmigo: yo seré un día lunes y tú domingo. Juega conmigo:
Cua cua, cantaba la rana, cua cua, debajo del agua. Pasó una paloma:
Los gallos de Trinidad, de la tarde a la mañana, velan los viejos palacios, cuidadn la Torre de Iznaga. En la Popa y la Vigía
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua
La flor del tomillo buscaba una abeja: una abeja sola, una sola obrera. En el viejo pino
Los pinares de la Isla por la costa van creciendo: quieren echarse a la mar y volverse marineros. Y las toronjas maduras
Cuenta la estrella Polar que el puerto de Cabañas, los pescadores cubanos la nombraron capitana. Velero con altas velas
Al mediodía, cristal el agua, cristal las hojas, cristal el día. Cristal, cristales,
¿Qué venadito blanco cruza la noche cuando la luna llena brilla en el monte? ¿Qué venadito sediento
Sobre el mar hay una barca, sobre la barca un barquero, sobre el barquero
Juana tejedora, téjeme un pañuelo para ir a la boda de don Pirulero. Dame, jardinero,
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención: