(1994)
#Cantautores #EscritoresCubanos #TrovaCubana
Ando como hormiguita por tu espald… ando por la quebrada dulce de la s… Vengo de las alturas de tus nalgas hacia el oro que se derrama y se m… Tú te vuelves pidiendo el cielo,
Como la muerte anda en secreto y no se sabe qué mañana, yo voy a hacer mi testamento, a repartir lo que me falta —pues lo que tuve ya está hecho,
En el borde del camino hay una sil… la rapiña merodea aquel lugar. La casaca del amigo esta tendida, el amigo no se sienta a descansar. Sus zapatos, de gastados, son espe…
Te amaré, te amaré como al mundo. Te amaré aunque tenga final. Te amaré, te amaré en lo profundo. Te amaré como tengo que amar. Te amaré, te amaré como pueda.
Amada, supón que me voy lejos tan lejos que olvidaré mi nombre. Amada, quizás soy otro hombre más alto y menos viejo que espera por sí mismo,
He estado al alcance de todos los… porque no cuesta nada mirarse para… He estado al alcance de todas las… que han querido tocar mi mano amig… Pero, pobre de mí, no he estado co…
Te molesta mi amor, mi amor de juventud, y mi amor es un arte en virtud. Te molesta mi amor, mi amor sin antifaz,
Favor, no se molesten, que pronto me estoy yendo. No vine a perturbarles y menos a ofenderlos. Vi luz en las ventanas
De niño te conocí entre mis sueños queridos. Por eso cuando te vi reconocí mi destino. Cuando pensaba que ya no iba ser
Dejé pasar unas horas por si se huía tu sueño. Durmiendo la veladora tu tiempo se entró en mi tiempo y, en fin, la guitarra sola
Nuestro tema está cantado con aren… espuma y aves del amanecer. Nuestro tema está listo para ser brisa de las alas migratorias. Nuestro tema es para ver llover.
Desde los tiempos más remotos vuelan los ángeles guardianes siempre celosos de sus votos contra atropellos y desmanes. Junto a las cunas infantiles,
La gota de rocío del cielo se cayó y en ella el amor mío la carita se lavó. Pero era tan temprano
Llueve otra vez detrás de mis fron… Entre oreja y oreja nubes bajas, oscuras como cajas, se disfrazan de fieros animales. Una mujer he visto cuatro veces
Cuando Pedro salió a su ventana no sabía —mi amor, no sabía— que la luz de esa clara mañana era luz de su último día. Y las causas lo fueron cercando