(1994)
#Cantautores #EscritoresCubanos #TrovaCubana
He estado al alcance de todos los… porque no cuesta nada mirarse para… He estado al alcance de todas las… que han querido tocar mi mano amig… Pero, pobre de mí, no he estado co…
Si me levanto temprano, fresco y curado, claro y feliz, y te digo: «voy al bosque para aliviarme de ti», sabe que dentro tengo un tesoro
Disfruté tanto tanto cada parte y gocé tanto tanto cada todo que me duele algo menos cuando par… porque aquí te me quedas de algún… Ojalá nunca sepas cuánto amaba
Me decido a tararearte todo lo que se te extraña, desde el siglo en que partiste hasta el largo día de hoy. Me acompaño de guitarra,
La gota de rocío del cielo se cayó y en ella el amor mío la carita se lavó. Pero era tan temprano
Debiera bastar con inventar tus oj… debiera bastar con hacerlos vivir. Tus ojos abiertos son como tu hist… van solos contando mil cosas de ti… Los veo cual si viera la esfera de…
Si fuera diez años más joven, qué… y qué descamisado el tono de decir… cada palabra desatando un temporal y enloqueciendo la etiqueta ocasio… Los años son, pues, mi mordaza, oh…
Hay hombres que luchan un día y so… Hay otros que luchan un año y son… Hay quienes luchan muchos años y s… Pero hay los que luchan toda la vi… Esos son los imprescindibles.
Ya no te espero. Llegarás, pero más fuerte. Más violenta la corriente dibujándose en el suelo de mi pecho, de mis dedos.
Cuentan que cuando un silencio aparecía entre dos era que pasaba un ángel que les robaba la voz. Y hubo tal silencio el día
Como la muerte anda en secreto y no se sabe qué mañana, yo voy a hacer mi testamento, a repartir lo que me falta —pues lo que tuve ya está hecho,
Tú, sentada en una silla; yo, de pie con expresión de lord. Tú,
Hoy mi deber era cantarle a la patria alzar la bandera sumarme a la plaza. Hoy era un momento
Hoy viene a mí la damisela soledad… con pamela, impertinentes y botón de amapola en el oleaje de sus vue… Hoy la voluble señorita es amistad… y acaricia finalmente el corazón
Dejé pasar unas horas por si se huía tu sueño. Durmiendo la veladora tu tiempo se entró en mi tiempo y, en fin, la guitarra sola