#EscritoresUruguayos (1997) La ese paréntesis vida,
¿Qué es en definitiva el mar? ¿por qué seduce? ¿por qué tienta? suele invadirnos como un dogma y nos obliga a ser orilla nadar es una forma de abrazarlo
Todas las tardes, al regresar de su trabajo en el Banco (sección Valores al Cobro), Esteban Ruiz contemplaba con deleite su nueva adquisición. Para el joven poeta inédito, aquella maqui...
En el principio era el verbo y el verbo no era dios eran las palabras frágiles transparentes y putas cada una venía con su estuche
A pesar de psicólogos / detectives / novelistas ingleses / los asesinos en su mayoría no vuelven al lugar del crimen huyen por lo común despavoridos
No hay vacunas contra la noticia v… la noticia veneno asombra desinfecta propone soslaya siempre nos toma desprevenidos y se opone a que hagamos nuestros…
Quién me iba a decir que el destin… Ver la lluvia a través de letras i… un paredón con manchas que parecen… el techo de los ómnibus brillantes… y esa melancolía que impregna las…
Cuando los disparates se disparan no hay quien sujete a Napoleón o a… todos tenemos una santa elena o la cicuta allá en el horizonte cuando los disparates se disparan
Poco a poco se fueron convenciendo de que habían convencido pero el silente dijo no o sea no consiguieron cambiar la imagen
Tengo una soledad tan concurrida tan llena de nostalgias y de rostros de vos de adioses hace tiempo
Llueve desaforada / deshilachadame… llueve con flechas rotas / con gor… llueve con las noticias del otro y… llueve con ojos secos tristemente llueve con mariposas y pronósticos
Llegan de atrás pero no importa son nuevas en verdad alentadoras marx se sabía su shakespeare de me… y el che sentía latir
La muerte se puso una cara de mons… una cara de monstruo horrible esperó y esperó detrás de una esqu… salió al fin de la sombra como un… y el niño huyó más rápido que su p…
Es mi lugar mi cielo mi almohada mis insultos soy el que soy porque los otros so…
Fue un sábado de tarde, en plena siesta, cuando sonó la primera llamada. Aún medio aturdido, había alargado el brazo hasta el teléfono, y una voz masculina, ni demasiado grave ni demasi...
Te dejo con tu vida tu trabajo tu gente con tus puestas de sol y tus amaneceres