#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
Para matar al hombre de la paz para golpear su frente limpia de p… tuvieron que convertirse en pesadi… para vencer al hombre de la paz tuvieron que congregar todos los o…
El niño que no vino tiene los labios fuertes tiene las manos tiernas el alma como nube no es nadie
En las pausas insomnes en los ojos glaciales en el gesto ritual de la amenaza el vocero del odio estrena sus eni… hinca roedor sus dientes en el hum…
En las manos te traigo viejas señales son mis manos de ahora no las de antes doy lo que puedo
La muerte es siempre una sorpresa… aunque uno comparezca con las bisagras herrumbrosas la gracia pasa pasan las desgracia… las promesas a veces se corrompen
En este espacio cada uno es capaz de zurcir sus vislumbres y tiniebl… árboles me rodean con sus patas de… tengo un gong en las sienes memori… en un banco como éste cubierto de…
Ellos tienen razón esa felicidad al menos con mayúscula no existe ah pero si existiera con minúscula
Amiga la calle de sol tempranero se transforma de pronto en atajo bordeado de muros vegetal… el rascacielos da la visión despia…
Se habían encontrado en la barra de un bar, cada uno frente a una jarra de cerveza, y habían empezado a conversar al principio, como es lo normal, sobre el tiempo y la crisis, luego, de...
En las puertas de hoy ya no se usan, pero en las viejas puertas había siempre alguna mano (de hierro, de bronce) que era antes que nada un llamador. A Inés le habían atraído estas manos...
El primero de enero de mil novecientos sesenta y nueve la señora de lot gusana del vedado no resiste el consuelo de la tenta…
Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos te quiero porque tus manos trabajan por la justicia si te quiero es porque sos
No cabe duda. Ésta es mi casa aquí sucedo, aquí me engaño inmensamente. Ésta es mi casa detenida en el tie… Llega el otoño y me defiende,
Uno cantó / ella no es ella otra cantó / yo no soy yo ¿será que ya no somos? ¿será que somos otros? ¿será que los candores se escurrie…
Qué espléndida laguna es el silenc… allá en la orilla una campana espe… pero nadie se anima a hundir un re… en el espejo de las aguas quietas