#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
El cielo es un espejo y la gaviota suelta su vela blanca desde la costa. Marinera del aire,
El caballo negro iba por un trillo: cada paso suyo bordaba el camino. El caballo ruano
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua
Naranja sobre limón, sobre limones el agua: agua fértil de represa, agua de la nube blanca. Finas espigas de arroz,
Zapatero de mi pueblo: usa clavitos de plata en el par de botas nuevas que quiero para mañana. Han de ser de cuero rojo,
—¡Hola, Pinocho!, ¿qué haces ahí? —Busco una joya que ayer perdí. —Dime, Pinocho, ¿que joya?, di. —Un pedacito de mi nariz.
EL día, una rosa blanca. La noche, un caballo negro. (La tarde, una mariposa que ha detenido su vuelo.)
Nene, vanos a dormir; no son horas de reír: duerme el viento, duerme el sol, duermen las gallinas
¿Qué venadito blanco cruza la noche cuando la luna llena brilla en el monte? ¿Qué venadito sediento
Juana tejedora, téjeme un pañuelo para ir a la boda de don Pirulero. Dame, jardinero,
La flor del tomillo buscaba una abeja: una abeja sola, una sola obrera. En el viejo pino
Mi papalote, ¡qué lindo mi papalote! Vuela y vuela como un pájaro mi papalote. Un pájaro de papel
Palma real, bandera viva en el paisaje clavada, tu nombre lo mece el viento, el viento que llega y pasa. Cuando al ondular susurras
El oro de la tarde tiñe la copa de una vieja yagruma quieta y sedosa. Duerme cansado el viento
Siete relojes, siete semillas, siete pelotas y una sombrilla. Siete burbujas,