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Árbol de Sangre riega la mañana por donde gime la recién parida. Su voz deja cristales en la herida y un gráfico de hueso en la ventan… Mientras la luz que viene fija y g…
Narciso. Tu olor. Y el fondo del río. Quiero quedarme a tu vera. Flor del amor.
Amanecía en el naranjel. Abejitas de oro buscaban la miel. ¿Dónde estará
La muerte entra y sale de la taberna. Pasan caballos negros y gente siniestra
En lo alto de aquel monte hay un arbolillo verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos
Hay una raíz amarga y un mundo de mil terrazas. Ni la mano más pequeña quiebra la puerta de agua. ¿Dónde vas? ¿adónde? ¿dónde?
Yo me alivié a un pino verde por ver si la divisaba, y sólo divisé el polvo del coche que la llevaba. Anda jaleo, jaleo:
Esa luna se va, y ellos se acercan… De aquí no pasan. El rumor del rí… apagará con el rumor de troncos el desgarrado vuelo de los gritos. Aquí ha de ser, y pronto. Estoy c…
Cuando yo me muera, enterradme con mi guitarra bajo la arena. Cuando yo me muera, entre los naranjos
Viento del Este; un farol y el puñal en el corazón. La calle
Tres moricas me enamoran en Jaén: Axa y Fátima y Marién. Tres moricas tan garridas iban a coger olivas,
La canción, que nunca diré, se ha dormido en mis labios. La canción, que nunca diré.
El magnífico sauce de la lluvia, caía. ¡Oh la luna redonda sobre las ramas blancas!
Bajo el naranjo, lava pañales de algodón. Tiene verdes los ojos y violeta la voz. ¡Ay, amor,
Tierra seca, tierra quieta de noches inmensas. (Viento en el olivar,