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Noche de cuatro lunas y un solo árbol, con una sola sombra y un solo pájaro. Busco en mi carne las
Antonio Torres Heredia, hijo y nieto de Camborios, con una vara de mimbre va a Sevilla a ver los toros. Moreno de verde luna
La elipse de un grito, va de monte a monte. Desde los olivos será un arco iris negro
La luna gira en el cielo sobre las sierras sin agua mientras el verano siembra rumores de tigre y llama. Por encima de los techos
Por una vereda venía Don Pedro. ¡Ay cómo lloraba el caballero! Montado en un ágil
Las gentes iban y el otoño venía. Las gentes iban a lo verde. Llevaban gallos
No te lleves tu recuerdo. Déjalo solo en mi pecho, temblor de blanco cerezo en el martirio de Enero. Me separa de los muertos
He cerrado mi balcón porque no quiero oír el llanto pero por detrás de los grises muro… no se oye otra cosa que el llanto. Hay muy pocos ángeles que canten,
La hoguera pone al campo de la tar… unas astas de ciervo enfurecido. Todo el valle se tiende. Por sus… caracolea el vientecillo. El aire cristaliza bajo el humo.
Yo decía: “Tarde” Pero no era así. La tarde era otra cosa que ya se había marchado. (Y la luz encogía
Ni tú ni yo estamos en disposición de encontrarnos. Tú... por lo que ya sabes. ¡Yo la he querido tanto!
Verde rama exenta de ritmo y de pájaro. Eco de sollozo sin dolor ni labio. Hombre y Bosque.
Se ven desde las barandas, por el monte, monte, monte, mulos y sombras de mulos cargados de girasoles. Sus ojos en las umbrías
Narciso. Tu olor. Y el fondo del río. Quiero quedarme a tu vera. Flor del amor.
El niño busca su voz. (La tenía el rey de los grillos.) En una gota de agua buscaba su voz el niño. No la quiero para hablar;