Memoria no me abandones, aunque te exija el dolor, apartar a la pasión, olvidar reclamos justos, mientras lo cruel y lo injusto,

Allá van y se quien son: Evitando que la felicidad persista… con armaduras y armas que resistan… los embates de los logros y el f… allá van a desterrar del Universo,

Generosa tierra, proveedora de alimentos, surcos profundos como pilas bautis… en donde sentimientos ancestrales, encuentran la paz y su refugio.

No es revolución libertadora la que sojuzga y se aprovecha de los pobres. cuando la Fuerza es el Derecho de las Bestias, y esas bestias

El Escribiente como era su costumbre repasaba las redes sociales, escuchaba las noticias y de vez en cuando se decidía a escribir. Ese día le llamó le llamó la atención, una nota que au...

Ingresaré en los tiempos imposibles buscando nada. Supongo, no habrá esperas, ni paciencia,

No lleva una Cruz quien invoca al sufrimiento, ni el que engaña, con mentiras reiteradas. No enseña Dios

Pobre, si supiera, el pensante Darwin, que el flamante hombre que habita esta zona, piensa como un simio,

Mi corazón de mochila tiene tus besos guardados. en un sobre color blanco con tan intenso perfume, que al no ser besos comunes,

Un día de estos, me escucharan gri… y la gente exclamará, está chiflad… y hasta habrá quien consulte el a… pensando que festejo algún feriado… y algunos compañeros cabuleros

Coincidiremos, que en algún momento de la vida, hay reuniones sociales en las cuales uno se pregunta: Para que vine?...esa era una de ellas. Y lo fue, hasta que alguien se me acercó y m...

Desde el centro de la esencia, desde la cavidad interior, con latidos, corazón, nos demuestras tu presencia. Hay latidos del amor,

Hombre de relaciones fijas, inmerso en la actualidad, hombre de personalidad, que rechaza hipocresías, y al caminar por la vida,

Y en ese bar de la calle principal… rodeado de historias pasajeras, una historia con principio y con f… se sintió la Reina verdadera. Amor del uno con el otro,

Puerto de Buenos Aires, fuiste entrada al contrabando; por tus entrañas pasaron, melodías de arrabal. El estaño y el percal,