No sé cuántas veces
las calles me darán vida,
no sé cuántas veces,
desnudo y pequeño,
lloraba, reía en los brazos
de multitudes que caminaban
no sé cuántas veces me darán vida,
pero sentía que lactaba…
que sus esperanzas me formaban
me alimentaban.
He nacido
nueve veces nueve,
esta mañana
en el vientre desnutrido de un viejo
que aún sueña,
me llama hermano,
y me mira cálidamente
sin preguntar mi nombre.
He nacido
no sé cuántas veces,
en el vuelo de frágiles gaviotas,
en los panes duros,
secamente devorados,
en los cantos
bruscamente callados,
en la inquietante mirada,
en la profunda esperanza
de los ojos de un niño…
turbulencia para mis aun pocos años .
He nacido
y no sé cuántas veces…
en el vuelo de las frágiles gaviotas,
en la incoherente y libre caída de las hojas,
en los vientos que habitan tus huesos
que vagan
y siguen vagando,
tratando de acariciar
algún rostro,
algún corazón…
avivar algún fuego,
acompañar algún solitario canto,
una plegaria,
o tal vez,
quizás,
una desesperada frase de amor….