Brillaban en la altura cual moribu… las pálidas estrellas, y abajo... muy abajo, en la callad… sentíanse en las hojas próximas a… y en las marchitas hierbas,

A sus plantas se agitan los hombre… como el salvaje hormiguero en cualquier rincón oculto de un camino olvidado y desierto. ¡Cuál le irritan sus gritos de júb…

Una tarde de abril, en que la tenu… llovizna triste humedecía en silen… de las desiertas calles las baldos… mientras en los espacios resonaban las campanas con lentas vibracione…

Desde los cuatro puntos cardinales de nuestro buen planeta —joven, pese a sus múltiples arrug… miles de inteligencias poderosas y activas

A las rubias envidias porque naciste con color moreno, y te parecen ellas blancos ángeles que han bajado del cielo. ¡Ah!, pues no olvides, niña,

Los unos altísimos, los otros menores, con su eterno verdor y frescura, que inspira a las almas agrestes canciones,

Desbórdanse los ríos si engrosan s… los múltiples arroyos que de los m… y cuando de las penas el caudal ab… se aumenta con los males perennes… ¿cómo contener, cómo, en el labio…

Otra vez, tras la lucha que rinde y la incertidumbre amarga del viajero que errante no sabe dónde dormirá mañana, en sus lares primitivos

Tras de inútil fatiga, que mis fue… caigo en la senda amiga, donde una… siempre serena y pura, y con mirada incierta, busco por l… no sé qué sombra vana o qué espera…

Una vez tuve un clavo clavado en el corazón, y yo no me acuerdo ya si era aquel… de oro, de hierro o de amor. Sólo sé que me hizo un mal tan hon…

Si al festín de los dioses llegas… ya del néctar celeste que rebosó en las ánforas divinas sólo, alma triste, encontrarás las… Mas aun así de su amargor dulcísim…

De la noche en el vago silencio, cuando duermen o sueñan las flores… mientras ella despierta, combate contra el fuego de ocultas pasione… y de su ángel guardián el auxilio

Justicia de los hombres, yo te bus… pero sólo te encuentro en la palabra, que tu nombre aplau… mientras te niega tenazmente el he… —Y tú, ¿dónde resides —me pregunto

Viéndome perseguido por la alondra que en su rápido vuelo arrebatarme quiso en su piquillo para dar alimento a sus polluelos, yo, diminuto insecto de alas de or…

Adiós, ríos; adios, fontes; adios, regatos pequenos; adios, vista dos meus ollos: non sei cando nos veremos. Miña terra, miña terra,