FUE MI CULPA
FUE MI CULPA...
No me provoques a ira
porque puedo ser muy hiriente
sin desearlo es posible
que te dañe hasta la mente.
La rabia no es buena consejera para nadie
pero hay momentos en que no la soportamos, y
termina en convulsivos estallidos,
llenos de palabras siniestras
que martirizan los oídos.
No intentes probar
hasta que punto termina mi calma,
no te puedo prometer
ser paciente y no enojarme;
Es verdad que te amo demasiado
pero hasta el mas enamorado
también se a molestado una vez,
y yo aunque te quiero mucho tengo un limite, y
aveces no hago caso a mi cordura.
Hoy por ejemplo,
te e visto sonreírle a mucha gente,
y hubo uno especial,
al que me dediqué a observar.
Vi como su mirada insolente
trataba de desnudar tu alma,
y tú como si yo no existiera,
no te hacías ajena a sus miradas.
Soy un hombre y siento decirlo,
me invadió la rabia,
esta misma que estoy sintiendo
al ver como esquivas mi mirada.
¿Acaso no te das cuenta
de que te amo mas que a nada?
¿que te quiero solo mía,
y quiero ser el dueño de tu cuerpo,
tu mente y tu alma?
Al parecer eso ya no te importa,
quizás la rutina hizo desaparecer de ti
esa mirada dulce e infantil
que antes me regalabas.
Reconozco a mi pesar, y
me invade un inmenso dolor,
porque sé que soy en parte
el causante de esta situación.
¡Quisiera gritar! pero mi machismo
me impide que lo haga,
llorar a mares tu despedida
pues te vas escapando con calma.
No me provoques a ira
porque mi interior
esta siendo envenenado,
al recordar la situación
cuando tu mirada
fue presa de un extraño.
Te amo a pesar de todo, y
jamás mi amor se a esfumado,
solo me sumí en mis quehaceres
y te dejé a ti sin darme cuenta, de lado.
Hoy estoy pagando mi mal actuar
o si quieres llámalo estupidez,
por no ser capaz de advertir
que mi paloma necesitaba vivir,
y te sumí en un mundo
donde viviste enclaustrada.
No me provoques a ira,
solo dime la verdad
quiero escuchar de tus labios
esta dura y cruel verdad,
¡Que ya no soportas estar a mi lado!
¡Que ya te perdí!
¡Que fue mi culpa!
eso y nada mas.
Y yo, me quedaré mordiendo mi rabia
de saber que lo que dices,
no es mas que la verdad.
Me marcharé despacio, sabiendo que el dolor
será mi peor tormento, cuando me digas; Adiós.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R
Derechos de autor
Chile
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