#Andaluces #Cantautores #Españoles #SigloXX #SigloXXI
Yo no tenía ganas de reir, tú reías para no llorar; yo le guiñaba un ojo a mi nariz, tú consolabas a tu soledad. Yo sin ninguna escoba que vender,
Hoy dice el periódico que ha muerto una mujer que conocí… que ha perdido en su campo el atle… y que ha amanecido nevando en parí… Que han pillado un alijo de coca,
Como un duelo del sheriff del duca… contra Billy the Kid, en Almería, como bakunistas exiliados del Chamberí del último tranvía, a contra obligación, a contra danz…
Esta es la canción de los zapatos rotos de la gente del montón. La foto de carnet de cualquier hombre,
Adiós muchachos, con el corazón, que con el alma no puedo, compay. Juan Luis ¿cómo persona? Qué dicc… tú y Rafael... dos curas de la F… Rey consorte por parte de leona,
Que no falte un buen pisco en mi v… ni un jalisco chingón de despedida… respirar es un lujo transitorio, hay vida más allá pero no es vida. Evitadle al fiambre, ¡qué bueno er…
La sexi star de anónima vagina folla con la rutina de las putas, come pollas en hora de oficina, gana más en propinas que en minuta… Se engaña usted si empaña lo que d…
De verde samurai Buda en jarras encela al minotauro que le embiste y acuarela el betún de las pizarra… con tiza duermevela que no existe. No hay rojo menos gris que una mul…
Maldita sea la lengua viperina, los sextos y novenos mandamientos, el crack, el pegamento, la heroína… los jueces, los obispos, los sarge… el forúnculo, el sida, la jaqueca,
Cada mañana bostezas, amenazas al despertador y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol, mínima tregua en el bar,
Mañana cuando era tan pequeño por el Acantilado del Obispo caí persiguiendo un pájaro sin dueño y aterricé en un polvorín de arenas movedizas
Recuerdo que tenía un corazón Alérgico a los pólenes La muerte no existía Éramos asquerosamente jóvenes Veranos sin deberes
Las gafitas de las pecas, con complejo de muñeca desconchada frota su cuerpo desnudo contra el lino blanco y mudo
Nunca olvidabas festejar a Olvido… a Berlanguita, a Cela, a Ramoncín… cómo te odiaba viéndome excluido de la efímera fama del Spleen. Soñaba que mi nombre, con negritas…
De sobras sabes que eres la primer… que no miento si juro que daría por ti la vida entera, por ti la vida entera; y, sin embargo, un rato, cada día,