El gamo, contra el naranja del bosque, pasa mojado, veloz. El aire cuajado añade al bosque una franja de aros dispersos. En esos

Las galaxias parecen alejarse unas… considerables. Las más lejanas huyen con la acele… treinta mil kilómetros por segundo… próxima a la de la luz.

El sueño no: la pérdida. El blanco roedor, que ciega. Pierdo pie. Todo es compuerta.

Tanto arder, tanto valor tanto ataque y retirada ante ese umbral en que nada alivia más el dolor que su incremento. O mejor:

La transparente luz del mediodía filtraba por los bordes paralelos de la ventana, y el contorno de lo… frutos –o el de tu piel– resplande… El sopor de la siesta: lejanía

Poco interés presentan estas cosas para un Concilio, que otras más ur… —la talla de los ángeles, las fuen… del Edén–, y sin duda, más valiosa… apremian sin cesar. Insisto empero

Corta, Changó con tu espada el alcohol, y haz que ese río crecido, no bien vacío, vuelva a su cauce y, saciada tanta sed, halle morada

Entrando en ti, cabeza con cabeza, pelo con pelo, boca contra boca: el aire que respiras –la fijeza del recuerdo–, respiro y en la poc… luz de la tarde –rayo que no cesa

Renuncia a tu cuidado, bien lo sé:… ese dolor que tu embestida aqueja, en alivio y placer muda la queja, más sosegada cuanto más penetras. Cerveza transmutada o sidra añeja,

La pared cruje. Grieta en lo blanco. Allá va, desunido, el cuarto. Detrás del tragaluz

El rumor de las máquinas crecía en la sala contigua: ya mi espera de un adjetivo –o de tu cuerpo– no… más que un intento de acortar el d… La noche que llegaba y precedía