Al amanecer, el sol no esperó a la luna

El agua siguió corriendo, y las hojas la siguieron

La salida del sol anuncia llegada de calor

Pero henos aquí con la mirada más fría

Y el tacto congelado, henos aquí

De frente enfocando la mirada en aquel amanecer

La habitación murmura una pérdida,

El Cuervo corrobora tu partida

Y la corriente como lo hace con las hojas te apresura

El amanecer continúa y aún no terminas de empacar

Aquellas cosas que con una mirada quieres salvar

Le prestas atención a como florece aquella flor

Y sin darme cuenta abandonas la habitación

Sin una mirada atrás, sin pretexto que renombrar

Escuchas las última frase y partes con la flor

Por la corriente que continuo al amanecer

Sin escuchar escuchar que la flor y yo no te queríamos perder.