Cuartetas que recuerdan las noches de luna del Caribe, que podemos ver todo el tiempo y que han inspirado a poetas y cantantes. La luna llena más cercana se mira desde el campo, y tiene cara de mujer.
Del amor surge la lumbre, centro y llama de la vida, luz que, en aura esclarecida, vence sombras y costumbre. Dulce néctar, fiel vislumbre
La palabra es un lazo que une vida… tejida en lenguas, diversa canción… un puente firme de comunicación, que salva distancias jamás vencida… Cada idioma guarda un mundo especi…
I. El ratón astronauta Un ratón soñaba con ir a la Luna, con casco y con traje salió a desp… saltando en su cohete logró despeg… ¡y pronto flotaba con gran fortuna…
En el cielo una estrella, brilla con gran resplandor, anunciando con su luz que ha nacido el Salvador. Estribillo:
Domingo huele a jazmín, a pan horneado en la mesa, a flor abierta y sorpresa de incienso suave y jardín. Viste amarillo marfil,
Mujer, latido de aurora temprana, surco de viento en la piel del día… vas enhebrando con manos de sabia los hilos sutiles de la alegría. Y aunque la bruma intente callarte…
En la mesa reposa un tazón brillan… la crema se alza con toque divino, suave y blanca como un manto elega… de dulzura perfuma el aire fino. El coco se teje cual nieve al pasa…
Mirar es un acto sencillo, una ventana al exterior, un reflejo en el cristal, un destello, un resplandor. Ser visto es más complejo,
Poema: “Decálogo de Navidad” Género: Poesía clásica Tono: Melancólico, Reflexivo Amarás en diciembre con amor sin m… al que vaga en las sombras y se si…
Con flechas y con enredos, Cupido juega travieso, lanza un dardo, yo tropiezo, y me atrapa en sus enredos. Si me escondo entre los credos,
Es fiebre de lunas en la garganta, un río que llora versos de fuego, la danza febril del viento y del r… el eco que canta, el llanto que en… Es sangre morena que nunca espanta…
Eres sombra protectora, verde templo de los dias, donde anidan melodias y la calma se enamora. En tu entrana se respira
En la quietud del alba, cuando el rocío besa la flor, la semilla rompe su calma, buscando el rayo del sol. El río no nace río,
Tierra mía, despierta sacude la sombra dormida, abre tus brazos de viento y deja que el sol te nombre. Que la risa de los niños
Te vi junto a la fuente, descalza, entre la espuma, y el sol, como una pluma, jugaba en tu presente. No supe si era suerte