#1981 #EscritoresArgentinos #LaCifra
El hombre que desembarcó en Buenos Aires en 1871 se llamaba Johannes Dahlmann y era pastor de la Iglesia evangélica; en 1939, uno de sus nietos, Juan Dahlmann, era secretario de una bib...
Heráclito camina por la tarde De Éfeso. La tarde lo ha dejado, Sin que su voluntad lo decidiera, En la margen de un río silencioso Cuyo destino y cuyo nombre ignora.
Negar la sucesión temporal, negar el yo, negar el universo astronómico, son desesperaciones aparentes y consuelos secretos. Nuestro destino (a diferencia del infierno de Swedenborg y de...
Tras los fuertes barrotes la pante… Repetirá el monótono camino Que es (pero no lo sabe) su destin… De negra joya, aciaga y prisionera… Son miles las que pasan y son mile…
Un hombre encarcelado y hechizado, un hombre condenado a ser la serpi… que guarda un oro infame, un hombre condenado a ser Shylock un hombre que se inclina sobre la…
Yo hubiera querido ser andaluz. L…
A mi bisabuelo paterno le hicieron una operación que apareció en una revista porque en aquel tiempo fue algo notable. No sé cómo la harían porque entonces no existía la anestesia. Tal v...
Cuatro son las historias, una, la más antigua, es la de una fuerte ciudad que cercan y defienden hombres valientes. Los defensores saben que la ciudad será entregada al hierro y al fueg...
Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nad...
Un hombre trabajado por el tiempo, un hombre que ni siquiera espera l… (las pruebas de la muerte son esta… y nadie hay que no corra el albur de ser el primer inmortal),
En Wisconsin o en Texas o en Alabama los chicos juegan a la guerra y los dos bandos son el Norte y el Sur. Yo sé (todos lo saben) que la derrota tiene una dignidad que la ruidosa victor...
Allá por el Maldonado, que hoy corre escondido y ciego, allá por el barrio gris que cantó el pobre Carriego, tras una puerta entornada
Bajo el notorio influjo de Chesterton (discurridor y exornador de elegantes misterios) y del consejero áulico Leibniz (que inventó la armonía preestablecida), he imaginado este argument...
Ni el esplendor del cadencioso tig… Ni del jaguar los signos prefijado… Ni del gato el sigilo. De la trib… Es el menos felino, pero siempre Ha encendido los sueños de los hom…
A los quinientos años de la Hégir… Persia miró desde sus alminares la invasión de las lanzas del desi… y Attar de Nishapur miró una rosa y le dijo con tácita palabra