#1964 #ElOtroElMismo #EscritoresArgentinos
Me acuerdo, fue en Balvanera, en una noche lejana, que alguien dejó caer el nombre de un tal Jacinto Chiclana. Algo se dijo también
Hay una línea de Verlaine que no… hay una calle próxima que está ved… hay un espejo que me ha visto por… hay una puerta que he cerrado hast… Entre los libros de mi biblioteca…
Manuel Flores va a morir. Eso es moneda corriente; morir es una costumbre que sabe tener la gente. Y sin embargo me duele
Ese alto caballero americano cierra el volumen de Montaigne y s… en busca de otro goce que no vale menos, la tarde que ya exalta el l… Hacia el hondo poniente y su decli…
El panteísta irlandés Escoto Erígena dijo que la Sagrada Escritura encierra un número infinito de sentidos y la comparó con el plumaje tornasolado del pavo real. Siglos después un cabal...
El arco del Señor surca la esfera Y nos bendice. En el gran arco pu… Están las bendiciones del futuro, Pero también está mi amor, que esp… La moneda cayó en mi hueca mano.
En la antigua Confitería del Águila, en Florida a la altura de Piedad, oímos la historia. Se debatía el problema del conocimiento. Alguien invocó la tesis platónica de que ya todo lo he...
El porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer. No hay una co… que no sea una letra silenciosa de la eterna escritura indescifrab… cuyo libro es el tiempo. Quien se…
Tú cuya carne, hoy dispersión y po… pesó como la nuestra sobre la tier… tú cuyos ojos vieron el sol, esa f… tú que viniste no en el rígido aye… sino en el incesante presente,
No he leído (nadie ha leído) todos los comentarios dantescos, pero sospecho que, en el caso del famoso verso 75 del canto penúltimo del Infierno, han creado un problema que parte de una...
Desde el desierto llegó en su azulejo el infiel. Era un pampa de los toldos de Pincén o de Catriel. Él y el caballo eran uno,
Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos, porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sentaron en la tierra, h...
Esta noche, no lejos de la cumbre de la colina de Saint Pierre, una valerosa y venturosa música griega nos acaba de revelar que la muerte es más inverosímil que la vida y que, por consi...
Ahí están los jardines, los templo… la recta música y las rectas palab… los sesenta y cuatro hexagramas, los ritos que son la única sabidur… que otorga el Firmamento a los hom…
No lo abruman el mármol y la glori… Nuestra asidua retórica no lima Su áspera realidad. Las aclamadas Fechas de centenarios y de fastos No hacen que este hombre solitario…