Ya podéis perdonarme: ya no soy malo. ya nada me asombra, por tanto nada me indigna, a nadie aborrezco,
Afuera llueve demasiado, pero por momentos amaina el temporal, y entonces queda goteando sobre to… una pertinaz melancolía. Pronostican para las próximas hora…
Una extensión de tierra, un arco de costa, un mar, unas casas, unas calles, tres o cuatro ríos, sin régimen de lluvias,
¡Eh, Fernando!, esta vez el viaje es bien distinto… Este viaje es el más largo: dura las mil noches de la eternida… El tren sube—¡qué bien
Me llevo bien con este hombre taci… infatigable y fornido al que llama… Es mi vecino. Sus hijos retozan c… Los críos lo despiden cuando el dí… y en las mañanas vienen a esperar…
Guardo memorias para el invierno: entonces veré si puede salvarme la nostalgia.
De las flores de ese vaso, la más cautivadora es esa rosa a punto ya de incorpor… a la penumbra como el humo al viento.
Sin comerlo ni beberlo eres factor de cambio y eres factor de riesgo. Sin comerlo ni beberlo te vas haciendo curvo,
Contra el tiempo, el caos y el aza… contra la duda y la rutina, contra el horizonte de los vastos… los faraones de la IV Dinastía Keops, Kefrén y Micerino
Señor, protege el desasosiego de este hombre, mira que el fuego en sus entrañas no cese, y bendice la penumbra
center POR CUANTO El poeta es auriga y no caballo. POR TANTO El poeta manso debe ser distinguid…
Mi abuelo se sentó a la mesa con s… No levanté los ojos de la sopa: sabía que él también estaba muerto… Mi madre tampoco levantó los ojos a pesar de estar tan muerta como é…
Realmente somos fuertes: más duros que las piedras de río, que el acero de un cañón de costa, que el jiquí y el ácana
Discúlpenme, si pueden y si quieren, este discurso sumario, acaso ingenuo, acaso pretencioso, sobre el Poeta, la Palabra y la P…
Vamos a correr, tú como una liebre, yo como un lebrel. O si lo prefieres la liebre seré.