#EscritoresUruguayos (1988) Yesterday mañana y
Está la dignidad de los honores de la etiqueta y de la jerarquía de las señoras y de los señores de vuecencia ilustrísima y usía la dignidad de los que tienen plat…
Déjame este zumbido de verano y la ausencia bendita de la siesta déjame este lápiz este block esta máquina
Sabemos que el alma como principio… es una caduca concepción religiosa… pero que en cambio tiene vigencia… segunda o sea hueco del cañón de las armas…
Ellos saben si soy o si no soy, ellos abren la puerta y dicen: «Pa… miran y relativamente son felices, endosan el destino como un cheque y eructan, aquíescentes, sin provo…
Seguramente nunca habrías escrito: «Un siglo es un instante». Menos aún: «Cien años, qué locura… Eso sí, habrías aporreado el clave… hasta arrancarle la nota que busca…
Yo soy la secretaria ideal. Mi jefe es elegante, mi jefe es tan discreto, es alto, es distinguido,
En el muro quedaron los tatuajes d… el tiempo me conmina pero no me do… siento a pesar de todo frutal desa… y el código de agobios lo dejo par… antes de que el crepúsculo en noch…
A medio metro de mis botas recién… el surco es una secreta y monstruo… hay que considerar que desde mis d… desgraciado yuyo y aun tengo serias dudas sobre ese…
Alguien limpia la celda de la tortura que no quede la sangre ni la amargura alguien pone en los muros
Ojo por ojo lente por lente. A enemigo que huye puente
Hubiera entregado el Dios que no… hubiera aprendido tres o cuatro si… y así desalentado, así fiel, ceniciento, invariable como un recuerdo atroz,
El ojo de este pez que aún se agit… no evoca desconcierto sino confirm… de sus presagios sobre el pobre mu… el ojo del pez mira a través de los cuerpos
Me cuesta como nunca nombrar los árboles y las ventanas y también el futuro y el dolor el campanario está invisible y mud… pero si se expresara
Es fácil vaticinar que los propagandistas de la infancia no van a interrumpir su campaña quieren vendernos la inocencia cual si fuera un desodorante o un horóscopo después de todo saben...
Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta un charco era un océano la muerte lisa y llana no existía