La ausencia de tu nombre se siente en el paladar, se siente como si las letras tuvieran un sabor incapaz de descifrar, se siente como si hubieran pasado muchos años más desde aquel encuentro tan casual, esa noche ya no pudimos más, que nos acercamos al profundo deseo que era amar, trate de quererte una vez más, pero, tu sentidos de la culpa viajaban más rápido que los sentidos de dejarte descifrar.

Sentir culpa y amor a la vez no siempre es algo correcto, preferí sentirte cerca, aunque hubiera sido fugaz el sentirte tan lejos.
Porque siempre volvía a tu lado, no importaba que fuera tan infeliz dentro del naufragio de mí existir, sin poder tocar el calor que yo sentía contigo y hacia a ti, sentía que la ausencia se volvía más pesada durante las noches en vela y espera.

porque era más difícil tenerte en mí que conmigo, porque era más difícil zafarme de los dulces besos con veneno que me ponían en un grado de éxtasis jamás probado, la dulzura de tus caricias se sentían profundas como cuchillas, tu mirada atravesaba a la mía buscando como si tuviera una respuesta certera a lo que sentía.

Yo me preguntaba cada día, si en realidad tu presencia solo estaba en una faz paralela de la existencia dentro de mi vida, esto convertía tu ausencia en una nueva herida, tu nombre antes salía de la nada con sabor a deseo, ahora solo salen dentro del amor certero, siento tú sentir más cerca de mí y lo porvenir solo es un deseo lleno de audacia implicada en el amor que se desvanece en mis manos como agua que solo llega a mojar pero que no se queda mas y se tiene que dejar correr para no volver a caer en las garras de tu sed, dentro de tu ser carnívoro de un deseo infiel..