Haiku 39
11/07/2016
#Haiku
En hoguera de melancolía hundo mis manos, y comienzo un intenso conjuro entre mi alma y yo.
Ese viejo árbol que yace junto al río no puede erguirse. La corriente lo inclina pero a su raíz, ¡no!
Entre las ramas, rosas blancas al viento. Luego, ¡el cielo!
El dolor es inevitable, pero, ¿y el sufrimiento? ¿Debemos aprender a convivir con él?
Frío en La Habana al sentirse la brisa del malecón.
Canta el Jilguero en su vuelo ondulado. Son sus gorjeos tan dulces y animados que deleitan la vida.
¿Que es una nube? algo bello y fugaz que se va o muere. ¿Amor de madre? va en una dirección...
¿Qué es preferible? ¿Soñar despiertos o soñar dormidos… Los sueños, dormidos o despiertos, no son más que... ¡Un hilo vivo de agua, detrás de u…
Viejo reloj, que gira sin cesar, evoca al tiempo.
No soy perfecta, la perfección no es vida. Es obsesión, y eso, ya es un defecto. ¡Errar para vivir!
Croa la rana, salta al oscuro charco. Mira al nenúfar.
Te observo lleno de años y de hist… decorando el final de ese sendero, y tú, árbol milenario te alzas fie… donde amarillas flores ríen gloria… Te miro y oigo todas tus memorias
Un pensamiento sólido es poderoso si es coherente. Puede cambiar la historia y hasta nuestro destino.
Cuando yo sea niebla, polvo, o simplemente “nada”
La decepción, tanto desengaño y desilusión. Es la gran frustración, el fiasco de la vida.