Haiku 43
Agosto 17/ 2018
#Haiku
Regreso como cada día por esa calle tan habitual, siempre a la misma hora, como inevitable rutina a la que nos somete la vida. Encima de mí, un cielo de invierno donde no se oye el cant...
Era una noche oscura, noche de nie… Apuré mis pasos errantes hacia don… como harían tantos amantes furtivo… Oigo una música sutil allá en la d… Todo mi ser estaba contigo.
¡Oh! sol de vida, nutriendo las crisálidas, ¡Hay mariposas!
Gran río azul de aguas verdes y frías. Corre tranquilo, aunque el peso de tu profundidad te agobie.
En soledad el eco del silencio anida en mí.
Entre las ramas, rosas blancas al viento. Luego, ¡el cielo!
La margarita no perdona "al amor" ¡Por deshojarla!
Y esa hoja verde, solitaria y endeble, vaga en el agua.
Grabo el instante, es el reto a seguir, y... llegas tú.
En mármol frío reposan estos versos. Dejad que el viento me lo cuente al entrar por la ventana.
Cuando me abrazas, la vida se detiene. Es el consuelo de unir nuestros latidos y entregarnos los dos.
Enlazadas nuestras tristes manos atravesamos la gran ciudad, sería nuestro último verano para enfrentar la realidad. Llegaste a tu morada final
¿Que es una nube? algo bello y fugaz que se va o muere. ¿Amor de madre? va en una dirección...
Te fuiste un día, y hoy, logro recordarte ¡al fin!...serena.
El pajarillo, entona su tristeza. ¡Desde la jaula!