Cada vez que hago bien, oh corazón… una dulzura fresca, cuya virtud co… veo dulces sonrisas en bocas que n… y manos invisibles que me están ap… Oh gozo, oh incomparable fruición,…

De este batey, que el ojo contempl… Metrópoli minúscula de viejos cafe… Hoy sólo queda el viejo caserón de… Y las losas oscuras de los anchos… Muros rotos denuncian el incendio…

Abandonada a su dolor, un día en que la sombra la envolvió en su… me dijo el corazón que ella vendrí… en el milagro espiritual de un vue… Abrí los pabellones solitarios;

Tengo llena de verde la pupila: verde de campo, de tus ojos, verde de mar y de esperanza, en el que p… rosas de amor tu hermana Primavera… ¿Será mi corazón una esmeralda

Bajo el alón plumado de amplísimo… inquieres la presencia de una alti… que ha de cruzar contigo las dudas… lleno de regocijo o lleno de amarg… Acércome a tu lado… Tu frente pen…

Era una cleptómana de bellas frusl… robaba por un goce de estética emo… Linda facinerosa de cuyas fechoría… jamás supo el severo juzgado de in… La sorprendí una tarde, en un come…

Esta camisa blanca que mi madre ha… tan llena del aroma íntimo de mi c… tiene una santidad cuyo oculto sen… ni envejece ni pasa…! Yo podré ser mañana un hombre pote…

Ya estaban lejos los bronces malditos. Sobre los muertos, ya no volaban los ángeles. Solo volaban los cuervos sobre los muertos malditos.

Tengo el decir enfermo de una nieb… oh Dios, y se me torna de humo la… Yo la deseo límpida… Yo la ambici… El valle tiene nieblas y lo veo a… Sol, oh sol, oh sol mío! Necesito…

Musa patria: pon a tono con la autóctona belleza la anacrónica realeza de tu manto y de tu trono. No es el perpetuo abandono

Ciñe orgullosa de Minerva el casc… El ideal que en su leyenda flota traduce un aislamiento de gaviota desmayada en un sórdido peñasco. Decir su nombre es como abrir el f…

Necesidad de hacer música mía, y de arrancarme hojas en un otoño voluntario! Inmensa necesidad de ser envuelto en ondas de músicas que digan el secreto

Vine a decirte adiós, piedra desnu… Te quedas sola en medio de la noch… Muchas veces en ti recliné mi cabe… y tuve el sueño de Jacob. Ahora, al continuar el viaje, no me llevo

Somos retardatarios, corazón, no l… La civilización nos ha roto el pai… Yo, francamente, adoro la secular… si quieres, corazón, un poco miser… de la carreta vieja que salta en l…

Tres de la tarde. Aburrimiento. F… Suave olor de jazmines en mi estan… En mi mesa un león de terracota Es frágil negación de la arroganci… Literaturas clásicas apenas