Cargando...

Hay acosos que son acasos

Hay acosos que son acasos,
y en los ocasos se vuelven
muy sabrosos.
¡Acósame, mujer, con tus ojazos,
y déjame que tiemble de alegría
con tus abrazos!
 
 
¡Vamos, público, vengan esos aplausos!

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Agustín Aguilar Tagle...



Top