Por Alberto JIMÉNEZ URE
Previo a cualesquiera dictamen,
Siempre es menester identificar
A ese Tal Cual Señor:
De dónde procede,
Lo que ha hecho o pretende
Entre ciudadanos
Mayores de edad y hábiles
Domiciliados en un mismo territorio.
Pregúntale si está armado
Para cometer literatura
Contra su prójimo,
Por innata maldad
O gozosa «pulsión escritural/onanista»:
Cansado de hacer en secreto
Lo que todos sospechaban
Mirándolo caminar
Como si no le pesaran
Su ansiosa locura, odio y muerte.
Empero, ¿qué es un «poeta»?
¿Por cuáles causas debe bogar?
Pregúntale al crápula y adulador
Que recita versos al reyezuelo
[Ese ufano de tener «lame-botas inteligentes»,
«Regimientos» y «jueces mercenarios»]
Mientras abate/encorva/hostiga/confina a indefensos
Si es más astuto y sensible en perrería?
Pregúntale
Al crápula y adulador
Que recita versos al reyezuelo
De cuántas abominaciones
Es cómplice o partícipe.
Pregúntale
Cuánta «paga justa» merece
Su sabiduría presunta.
Empero: ¿qué es un «poeta»
Y cuál la suya estirpe,
Tras exhibirse adepto/confeso
De enemigos de la Humanidad?