Señor Tomas
Señor Tomas, como quisiera que se viera en mis ojos.
Como quisiera que sintiera mi cariño.
Señor, está bien tener un amor diferente.
Está bien sentir con el alma y mostrárselo a la gente.
Señor Tomas, me encantaría que algún día me aceptara como soy
Aceptara que usted está hecho para mi aunque no se da cuenta de mi hermoso corazón.
Señor, espero que nuestros caminos en algún momento se crucen para así admirar su persona una vez más.
Para recordar esos tiempos en la montaña donde radiábamos felicidad.
Pero, señor Tomas por favor no se olvide de mi.
No se olvide que lo amo y que cada día de mi vida pienso en usted.
No olvide todo los sacrificios que hice para verlo.
No olvide las sonrisas que nos sacamos y lo más importante, señor Tomas...
No se olvide de mi y del corazón que siempre estará esperando aquel señor que se apoderó de su latir y condenó a mi mente a vivir con el peso de su ausencia.
Con esto me despido y le repito, como quisiera que se viera en mis ojos y se dieras cuenta de la luz que es para mí, señor Tomas.
—AB
