#Argentinos #Mujeres #SigloXX #Suicidio
Barcos sobre el agua natal. Agua negra, animal de olvido. Agu… El misterio soleado de las voces e…
Vida, mi vida, déjate caer, déjate… déjate enlazar de fuego, de silenc… piedras verdes en la casa de la no… caer y doler, mi vida.
Ese instante que no se olvida Tan vacío devuelto por las sombras Tan vacío rechazado por los reloje… Ese pobre instante adoptado por mi… Desnudo desnudo de sangre de alas
Se fuga la isla. Y la muchacha vuelve a escalar el… y a descubrir la muerte del pájaro… Ahora es el fuego sometido.
Y sobre todo mirar con inocencia.… Pero a ti quiero mirarte hasta que… filoso de la noche. Como una niña de tiza rosada en un… Como cuando se abre una flor y rev…
Los ausentes soplan grismente y la… La noche tiene el color de los pár… Huyo toda la noche, encauzo la per… canto para mis males, pájaros negr… Grito mentalmente, me confino, me…
Estallará la isla del recuerdo. La vida será sólo un acto de cando… Prisión para los días sin retorno. Mañana
Y las damas vestidas de rojo para mi dolor y con mi dolor insumidas en mi soplo, agazapadas como fetos de escorpiones en el lado más interno de mi nuca, las madres de rojo que me aspira...
Todo hace el amor con el silencio. Me habían prometido un silencio co… De pronto el templo es un circo y…
El sol como un gran animal demasia… ayude. Nada más peligroso, cuando… Pero a mi noche no la mata ningún… ¿Tendré tiempo para hacerme una má… Me pruebo en el lenguaje en que co…
Estoy con pavura. hame sobrevenido lo que más temía. no estoy en dificultad: estoy en no poder más. No abandoné el vacío y el desierto…
Concierto de música religiosa del siglo xviii en el salón de actos del Colegio Felipe ii en El Escorial. Al sentarme me acometió una crisis de idiotismo retórico. Debo escuchar atentame...
De aquí partió en la negra noche y su cuerpo hubo de morar en este… en donde sollozos, pasos peligroso… de quien no viene, pero hay su pre… amarrada a este lecho en donde sol…
Han venido. Invaden la sangre. Huelen a plumas, a carencias, a llanto.
Llamé, llamé como la náufraga dich… a las olas verdugas que conocen el verdadero nombre de la muerte. He llamado al viento,