La muerte nos devuelve, al gran se… compite con lo que nos envuelve en esa ucronía que nos habita. que… De mofa de los dioses de ese que e… en tiempos de Ptolomeo en el templ…

Mi patria es la calle profunda de… es la espuma de la ola coronando l… es el suelo por donde piso, y no t… Mi patria es la patria de la suert… es la patria del diptongo,

El otro día, «me corté yo misma el pelo» con un escarpelo, con precisión quirúrgica, me coloq… «un negro velo».

Nunca nadie ha osado a decirme est… aunque conozco el interior de algu… y si vienen y van o nos atraviesan… nos convertimos en piedra todo en… somos superiores a nuestra figura…

No, no y no poeta de hojalata oxid… ni el paragüero te daría trabajo, toco tu boca con los dedos del pie… Sucumbes ante el poeta rancio poel… o cierras los ojos y si te vi no m…

Estando yo en el colegio sin saber qué era un balón, jugaba obligado al fútbol más cual fuese la estación pues negarme no podía

LOS CÁNTAROS DE AGUA Si tu madre tiene sed cuatro cántaros con agua, para darnos de beber y lavarse las enaguas.

La soledad no es mía tiene vida propia y se retroalimen… te envuelve como en una toalla y t… durante demasiado tiempo. Es una sensación de compañía,

«Un 5 de febrero de 1624 los resto… de Vicente Espinel descansan en Madrid en la Parroquia de San An… ¡Ay traicionero febrero! triste se acuestan las décimas

Tengo los dedos ensangrentados y un hilo carmesí resbala por la p… que clama sentimientos de poetas que huelen a sangre y poetas que s… Lágrimas que resbalan por la mejil…

Las esquinas de la calle huelen a… de las eyecciones inoportunas de l… los bares cierran sus puertas, al paso de mi amigo, que va de ent… El olor del paso de la comitiva a…

«La música es la voz del espíritu» (AlyParCa) Madre de alma roja, razón de mis denuedos, de un dolor que nunca engaña

Tengo una pena señera y no sostengo blasón, tampoco arrío bandera, ni tengo escudo, ni armadura, ni razón.

Cuantas veces te vi andar por la c… tenías que pensarlo si son ciegos y te abrazan en un infinito suspir… entre sus brazos y manos llenas de… Son cálidos sus abrazos y arriba e…

El reloj de mi pueblo pausado tañe el tiempo es la niebla de mi pueblo