#Mexicanos (1944) La el soto vega y
Así, el respeto de la propia persona obliga al respeto para el prójimo. El respeto a la propia familia obliga al respeto de los lazos familiares entre los demás. El respeto al propio pa...
Pues bien: en torno al círculo del respeto familiar, se extiende el círculo del respeto a mi sociedad. Y lo que se dice de mi sociedad, puede decirse del círculo más vasto de la socieda...
No: aquí la tierra triunfa y manda —caldo de tiburones a sus pies. Y entre arrecifes, últimas cumbres… Las esponjas de algas venenosas Manchan de bilis verde que se torn…
El hombre tiene algo de común con los animales y algo de exclusivamente humano. Estamos acostumbrados a designar lo uno y lo otro, de cierta manera fácil, con los nombres de cuerpo y al...
Han bajado los indios tarahumaras, que es señal de mal año y de cosecha pobre en la montaña. Desnudos y curtidos, duros en la lustrosa piel manchada…
El primer grado del respeto social se refería a la sociedad en general, a la conveniencia de ser dueño de sí mismo y, en lo posible, agradable y solícito al prójimo. El segundo grado de...
Amapolita morada del valle donde nací: sino estás enamorada, enamórate de mí. Aduerma el rojo clavel
En el más cariñoso lecho me siento morir, cuando en la naturaleza, toda mansa como jardín. Muelle, el ala del ángel blanco
Cancioncita sorda, triste, desafinada canción; canción trinada en sordina y a hurtos de la labor, a espaldas de la señora;
Hay un sentimiento que acompaña la existencia humana y del cual ningún espíritu claro puede desprenderse. Hay cosas que dependen de nosotros y hay cosas que no dependen de nosotros. No ...
Exhalación clara que anhelas —a no perturbar un temblor— por iluminar si desvelas, por dormir si enciendes amor. Desde el hombro donde reposas,
De los amigos que yo más quería y en breve trecho me han abandonad… se deslizan las sombras a mi lado, escaso alivio a mi melancolía. Se confunden sus voces con la mía
En vano ensayaríamos una voz que l… alma mía que no tuviste a quien he… En vano buscamos, necios, en ondas… Reflejos que nos pinten las estrel… Como el perro callejero, en quien…
—Soy la Muerte—me dijo. No sabía que tan estrechamente me cercara, al punto de volcarme por la cara su turbadora vaharada fría. Ya no intento eludir su compañía:
El más impersonal de los respetos morales, el círculo más exterior de los círculos concéntricos que acabamos de recorrer es el respeto a la naturaleza. No se trata ya de la naturaleza h...