1986
Pequeña niña cruel, inexorable no sabes cuánto hieres con tus ris… tu indiferencia, tu candor, tus pr… No sabes cuánto hieres por amable. Porque tu sonrisa parece un desliz
Amiga que compartes el calor de mi… Nada hay como mis brazos para acun… Apoyadas tus sienes, descansando e… Ves transcurrir las horas por algú… Es el tiempo dormido y el amor ya…
Hay algo que avecina una implacable soledad sin fecha. El alma lo adivina, la sombra gime en su pasión, deshe… Y en la hora vespertina
Un poquito de noche, mi guarida y mi cama. Mientras un cigarrillo mide sendos instantes he convocado al sueño
De todo el Universo un inquilino mortal, falible, herido de fracaso… movido por algún Soplo Divino a errar en pos de mi me guían mis… Perdido como estoy hacia mi sino
Está herida de notas mi guitarra y herida por las armas, por el fue… Mi camino es cantar y canto y lleg… desnudo, sin lugar ni hojas de par… Este mundo en sus penas se desgarr…
Porque no es grato el silencio a mi espíritu sin paz mi canto poco eficaz escribo y así evidencio que perdido en soledad
Haz que vuelva Señor a tu convivi… que del amor a Ti nos hace hermano… hazla sana mi Dios entre los sanos ella es buena Señor, mándale alivi… Que mi plegaria a Ti le mande el…
¡Qué pena! Si la vista fuera tact… le rozara su piel bella y prohibid… mirándola con un tierno contacto caricioso de intrépido suicida. Mis ojos en innoble y vulgar acto
Cuando nací vi a Dios por un mome… no era el óbstetra con su boca tap… que me colgó de pies para golpear… Ese no fue, yo miré a otra persona;
Estás, aunque tu ausencia me lo ni… fresca a mi vista y frágil a mi ta… engaño de visión y de contacto vana es mi realidad, pura mi entre… Peco de insensatez, palabra y acto…
Dibujarte en el aire imaginada con mis caricias vanas, al vacío exacta en tu contorno que fue mío, silueta que añoré, resuelta en nad… Ya estás, algo borrosa, pero cada
Tu sonrisa devuelta me alivia soledades. Entre papeles y orden impuesto por las disciplinas del trabajo, me apoyaba en tus palabras entusiastas que llegaban escritas, dulces y estruendo...
Amanecer en un día nublado; nos hace verlo, como el sutil frescor que nos regala el cielo.
Antes de la eternidad, aún mucho antes de que naciera el tiempo; cuando no había destino ni vida, ni pasado.