#Argentinos #SigloXIX #SigloXX
Yo soy flor que se marchita al sol de la adversidad, el arbolito en mitad de la llanura infinita. La paloma, pobrecita
Como una sola estrella no es el ci… ni una gota que salta, el Océano, ni una falange rígida, la mano, ni una brizna de paja, el santo su… tu gimnasia de jaula no es el vuel…
Al clásico del compás establecido para cantar las cosas soberanas: invocando al amor y al buen sentid… musas que deben ser hermanas: sin temer ni a la crítica del ruid…
¡Yo te juré mi amor sobre una tumb… sobre su mármol santo! ¿Sabes tú las cenizas que qué muer… conjuré temerario? ¿Sabes tú que los hijos de mi temp…
Humilde como el voto del creyente, bendito como el angel de mi guarda… tímido, solitario, romancesco, fe y esperanza. II
Como al nacer el sol en el oriente los negros lomos de la tierra infl… como Dios al mirar sobre los puebl… de ansias de lo mejor llena las al… en mis tinieblas
Velado por fulíginos elásticos de… con galas y atavíos y aromas turba… de ignotos lares llega con áureas… el príncipe verano, custodiado de… ¡Salud, príncipe indigno, laureola…
Le aserraron el cráneo; le estrujaron los sesos, y el corazón ya frío le arrancaron del pecho. Todo lo examinaron
Esta vida mendaz es un estrado donde todo es estólido y fingido, donde cada anfitrión guarda escond… su verdadero ser tras el tocado: No digas tu verdad ni al más amado…
La montaña que tiembla, porque sie… germen de cataclismo en sus entrañ… el huracán que gemebundo emigra quién sabe a qué región y qué dist… el mar que ruge protestando airado
De compasivos canes escoltado, sobre un bloque de piedra de la ví… zozobrante, vencido, en agonía, un siervo del Señor cayó postrado. Cual desgranada, mísera mazorca
4.- No hay caridad verdadera que n… que no se manche. 5.- Para subir hasta Jesús hay qu… y para llegar hasta Dimas hay que… éter irrespirable de los inocentes…
Nocturno canto de amor que ondulas en mis pesares, como en los negros pinares las notas del ruiseñor. Blanco jazmín entre tules
Si en vez de las estúpidas pantera… y los férreos, estúpidos leones, encerrasen dos flacos mocetones en la frágil cárcel de las fieras: No habrían de yacer noches enteras