(1917)
#EscritoresMexicanos 1917 Octubre
¡Oh, Señor! yo en tu Cristo busqu… le ofrendé mis quince años, mi sex… y por Él ha quedado mi faz de náca… mostrando palideces de viejo cirio… ¡Mas Satán me persigue y es muy h…
Eres uno con Dios, porque le amas… ¡Tu pequeñez qué importa y tu mise… eres uno con Dios, porque le amas! Le buscaste en los libros, le buscaste en los templos,
Pasó con su madre. ¡Qué rara bell… ¡Qué rubios cabellos de trigo garz… ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innat… de porte! ¡Qué formas bajo el fino… Pasó con su madre. Volvió la cabe…
Ignoro qué corriente de ascetismo, qué relación, qué afinidad impura enlazó tu tristura y mi tristura y adunó tu idealismo y mi idealism… Más sé por intuición que un astro…
¡Oh reyes, me trajisteis hace un a… excepcional: un gran dolor! Fuisteis conmigo pródigos, cual mo… Oriente, Baltasar, Gaspar y Melchor.
¿Adónde fuiste, Amor; adónde fuis… Se extinguió del poniente el manso… y tú que me decías: «hasta luego, volveré por la noche»... ¡no volvi… ¿En qué zarzas tu pie divino heris…
La noche en que estaba tendida —hoy hace diez meses—era la noche última que iba a pasar en su casa, bajo nuestro techo acogedor. ¡En su casa, donde siempre había sido el alma, y la luz,...
En nombre de tu rostro de lirio en… en nombre de tu seno, frágil abrig… donde en noches pobladas de espant… ¡yo te bendigo! En nombre de tus ojos de adormider…
Cuando lloro con todos los que llo… cuando ayudo a los tristes con su… cuando parto mi pan con los que im… eres tú quien me inspira, sólo tú, Cuando marcho sin brújula ni tino,
Si tras el negro muro de granito de la muerte hay un mundo, un más… al cruzar el dintel del infinito mi pregunta primer, mi primer grit… ha de ser: “Y ella, y ella, ¿dónde…
Yo soy tan poca cosa, que ni un do… Mas tú, Padre, me hiciste merced… Ha un año que lo sufro, y un año y… por él en estatura espiritual, Señ… ¡Oh Dios, no me lo quites! Él es…
Me la trajo quedo, muy quedo, el… y un día, en silencio me la arreba… llegó sonriendo; se fue sonriente; quedamente vino; vivió quedamente;
Tu amada muerta es como una prince… Su alma, en un total olvido de sí… Mas si tú persistes en quererla, Un día esta persistencia de tu amo… Su espíritu tornará a la concienci…
Los papelillos de colores que de los altos corredores lanzan al aire los chicuelos como bandadas caprichosas, en sus impensados vuelos
Sí, yo amaba lo azul con ardimient… las montañas excelsas, los sutiles crespones de zafir del firmamento, el piélago sin fin, cuyo lamento arrulló mis ensueños juveniles.