repentino
Y si, ese día parecía igual a otro... Sin embargo los nervios consiguieron inquietar mis manos y mis piernas, mi respiración aumento incentivamente y la angustia tenía acorralada a mi estomago, entonces te acercaste y con una simple caricia tus labios se acercaron rápidamente a los míos y en un solo segundo sentí eso que sientes al ver como los juegos artificiales iluminan el cielo con sus colores brillantes, dando claridad por unos segundos a la penumbra de mi vida oscura, y así sorpresivamente un estruendo y culminante destello de luz llegó.