Siempre supe que la naturaleza En su sabiduría Brinda las cosas más hermosas En los océanos Las sirenas de rubios cabellos y l…

Cuándo la oscuridad Se apodera de nuestros pensamiento… No viendo claridad Se resienten todos los sentimiento… Los grandes problemas vemos a pare…

Y me quedé a oscuras Con el eco de la nada Y mis lágrimas brotaron Humedeciendo mis ojos Fue tan triste el despertar

Es cierto que cuando nacemos, No tenemos nada que aprender o, Más cierto que al nacer, Solo se aprende lo que vemos; De otras culturas leemos

En la oscuridad de la noche Arropados por las sábanas Mi sexo buscaste Y yo el tuyo busqué Una tímida sonrisa

Ya se que quedas a la espera De que ensalce tus encantos Me rinda a tus pies Y escucharme cosas bellas No es que me quede sin palabras

Si ante mi te desnudas y ya no fluye lo que tú sentías ¿Cómo el deseo, anudas– —si haciendo el amor, tu cuerpo, f… Fueron respuestas crudas,

¡Calles sin gentes! Húmedas las pupilas, Vaga sin rumbo. ¡Son días tristes! Ambiente gris domina,

Y ante sus pies la Luna se postró Y viendo que el Sol marchó a desc… En el Cielo su sombra proyectó ¡Miles de estrellas se vieron bril… Y si entre ellas la Luna le dejó

Maldita noche que su foto rompí Quedé sólo con el corazón sangrand… Y viviendo como sonámbulo andando Me preguntaba como que la perdí Un buen día gran idea concebí

¡Ay de aquél! que solo ve La hermosura del ciprés ¡Ay de aquél! quien Alcanzando su cónica copa En ella no se detiene y

De madrugada, ojos abiertos, las s… Oido atento, apunta el alba. suspi… Mirando estrellas, los pasos quedo… La mano abierta, sus cinco dedos,… Golpea fuerte, cristales rotos, go…

Que lo bueno y lo malo es la secue… Se sabe de antes del Advenimiento… Ha veces nos quedamos sin aliento Por instinto animal en consecuenci… A la llamada de la sin paciencia,

Ave hermosa que secretos, escuchas… Vuela ya a posarte en el lecho, de… Y con tu armonioso trino, cuéntale… Le aguarda para amarle, como nunca… Partió en la primavera y el otoño,…

Desperté sudoroso y empapado, y jadeando en extremo, vi la hora; sentía en mi cuerpo, un calor copa… al pecar impuro, en lo que en mí,… ¡Solo por ella, el alma, sufre y l…