Jaula de puertas abiertas.
3 de junio.
Con las alas rotas y el corazón acongojado un ave ha de observar,
cautivada obsesiona y privada se encuentra detrás.
A la lluvia patética escribe estos versos que nunca leerá,
sintiendo su ausencia en culpa ha de agobiar.
Que pájaro tan necia, al metal cual tierra al sol anhela,
envuelta en una rueda, tal mariposa a la luz se aferra.
Se mantiene a voluntad atada, no aprecia la puerta abierta,
su corazón herido enferma, no encuentra la llave para abrir sus alas.
Tal que resistía a irse era el recuerdo de lo temporal a la calamidad,
pues da la certeza de un nuevo comienzo, una historia antigua ha de entregar.
Pasado fue quien la mantenía por las noches desesperante,
arrasada por animales y pútridos cantares, ha volado, de las posibilidades expectante.
