Dionisio
De vino y sangre
Pero yo prefiero mi herencia: La noche
La inocuidad flotante de un barco de papel
Es la esencia onírica de esta energía pineal, sus arrebatos y formas
Sustancias abrasivas como destellos de luz, caen constantemente; como la sangre se han derramado en la mesa, goteando esperma
Y de un lado, el rojo intenso fluctuando cosechas inertes.
como un remolino adherido en espiral se diluye el líquido rojizo, perpetuando destellos, arrebatando delirios, fluyendo como la vida, arrastrando como la muerte.
Reencarno en mi ser esta sustancia, delibere mis instintos gregarios en ella
como nenúfares flotando entre sí las amorfas formas de su consistencia y como desplegando alas, las marítimas medidas de secuencia
el sin sentido de la mente refiere a cierta época, cuando la idea solía ser precaria y pre construida
cuando el vino color borgoña solía no existir y la media de vida eran 30 años o menos
el circuito del tiempo parecía no tener ni principio ni fin, ni forma, ni descendencia....
Cuanto más falta por herirme la cien, Ampelo? Ariadna?
De la semilla a la copa, cuanto más falta por rasgar entropia del universo compungido? Es que nadie entiende, estoy solo en esta epifanía y la purulenta sustancia gotea como nunca, es el vino?
Es mi sangre? Es el sol rayando un atardecer?
