Tanka 4
05/07/2019
#Tanka
De mirada pícara y sonrisa amplia. De corazón rebelde, de alma clara. Curiosidad sin límites y sueños gr… Esa niña hermosa aún vive en mí.
Cuando no hay más que recuerdos, ¿qué mantiene vivo a dos latidos? Artimañas de la mente. Caminos neuronales ya explorados. Memorias corporales aprendidas
Hay un calor asfixiante y sólo puedo pensar en beberte de… (y alguna más), para calmar mi sed. Sentada en el mismo banco de siemp…
Majestuoso y cabizbajo, con lágrimas descolgadas, entona el Sauce a lo lejos, su canción desesperada. Habla de amores prohibidos,
Para nacer, primero hay que morir. O eso creo. Morir de dolor. De Ése, que te estruja el pecho, que te asfixia la garganta
Y es de rojas su rosal. Tiene mi niña bonita, capricho de señorita. Un príncipe fue a buscar. No era como esperaban,
Te vi de lejos y ya comencé a temblar como una hoja. de escudo la avanzadilla para entibiar el encuentro Encima, sin gafas de sol como aliadas para esconder lo que los ojos son incapace...
Dicen los mayores que los cuentos de hadas no existen. Prefiero darle voz a la niña que llevo dormida dentro y mirar con esa mirada ingenua y crédula de la infancia y encontrarme en los...
Decidió vaciarse por dentro. Tal vez le inspiró confianza, o fue reciprocidad quizá. Intercambiaron un breve, mas profundo epistolario. Poemas, declaraciones, fantasías inconfesables, s...
Hay un parque. Tiene árboles. Uno es un pino y tiene piñas. Algunas de sus ramas
Lo que da sentido a la vida, son Momentos. Hay quien le otorga mucha importancia
Dicen los hawaianos que eres mi M… No logro entender tus enseñanzas.… ¿Qué debo hacer? ¿Aplicar tus pre… Asumo mi responsabilidad. Así te libero y me reconcilio con…
Vuela alguna mariposa blanca. Mensajera cómplice entre dos. En su vuelo reside la Magia. Es el puente, resquicio de unión. Turbado, en el batir de sus alas.
La observo, viviendo amores ajenos… Inventando realidades paralelas o… mientras, ensayando esta vida que…
Hoy fuimos dos conocidos extraños… Hablar de banalidades cuando sólo… —¡Tengo sed de ti! me provoca desazón y otra vez el n… porque, otra vez, las condenadas e…