A veces tengo miedo.
A veces tengo miedo de no ser lo suficientemente buena para vos.
Tengo miedo de que crezcas y no te haya dado mis mejores momentos. Tengo miedo de gastarlos por un trabajo que hace perder tiempo juntos y un poco de vida a tu lado.
Tengo miedo de no poder regalarte todo lo que mereces, que ya no te alcancen mis besos y un TE AMO mio por más sincero que sea.
A veces, tengo miedo de mi, porque me he aferrado tanto a vos que ni siquiera me permito pensar en el dia que tenga que dejarte ir. Me asusta. Me asusta el hecho de cuando te diga “bebe” pienses que sea cursi y abrumado me digas que ya sos grande para eso.
Tengo miedo que conozcas mi pasado, no por vergüenza o porque tenga algo que ocultar, sino por la razón de que pienses que no fui lo suficientemente maravillosa, que fui débil y que no haya nada grandioso en él.
Tengo miedo a irme de este mundo sin vivir con vos las mejores experiencias.
Temo. Temo porque a veces soy egoista y te quiero solo para mi, hundido en mis brazos, diciéndome con tan solo una mirada MAMÁ, ABRAZAME MÁS FUERTE. Algún día vas a caer en otros brazos y quizás a los míos ya no los sientas tan reconfortantes.
Temo a que te marches y te enteres que este mundo es bastante descortés con los buenos.
Tengo miedo de perder. Le temo a mi YO. Porque mi Yo a veces no sabe de abnegaciones. Es que mi corazón muchas veces se aferra tanto a alguien por amor que cree tener derecho a poseerlo por siempre.
Pero entiendo, hijo. Vas a crecer. Vas a tomar tus propias decisiones. Y aunque el desasosiego este presente, voy a dejarte ser para contemplarte, convertido en hombre.
Pero si un día sucede que algún temor inunde tu alma, no dudes en buscarme. Yo voy a estar al lado tuyo, porque mis palabras son rebuscadas metáforas, no pienso soltarte.
Siempre vas a ser mi bebe, el que hoy con una sonrisa hace mis miedos desaparecer.