#EscritoresEspañoles
El óxido se posó en mi boca como e… El olvido entró en mi lengua y no… y no acepté otro valor que la impo… Como un barco calcificado en un pa… escuché la rendición de mis huesos…
A la penumbra auricular no viene n… amanecer. Muge el silencio en las… membranas. Silban los pájaros y tu… Tú no estás ya en tus oídos. * * *
1. Tu cabello en sus manos; arde e… de la nieve. Son las cebadas, la siesta de las… pasado. Abre tus ojos para que yo vea las…
Hubo un tiempo en que mis únicas p… y la lluvia. Ahora siento la pureza de los lími… si dijese su nombre. * * *
Detrás de la oscuridad están los r… Yo ví su piel trabajada por relámp… ya sólo veo, en el instante amaril… el resplandor de sus lejanos párpa…
Cuando yo tenía catorce años me hacían trabajar hasta muy tarde… Cuando llegaba a casa, me cogía la cabeza mi madre entre… Yo era un muchacho que amaba el so…
Miro mi desnudez. Contemplo la aparición de las heridas blanca… Envuelto en sábanas mortales, bebo en las aguas femeninas la dulzura y la sombra.
Propongo mi cabeza atormentada por la sed y la tumba. Yo quería despedir un sonido de alegría; quizá sueno a materia desollada. Me justifico en el dolor. No hay…
Yo invoco la cabeza más sagrada que exista debajo de la nieve. Mi corazón azul canta purificado por el silencio.
En Bolivia y en ti y no en la mu… pensamos, capitán. Hubo silencio una noche no más. Hirvió el acero otra vez hasta el fin. Y vino el d… y todo el mundo se llamaba Ernesto…
1. Tengo frío junto a los manantia… mi corazón. Hay yerba negra en las laderas y a… pero, ¿qué hago yo delante del abi… Bajo las águilas silenciosas, la i…
La luz hierve debajo de mis párpad… De un ruiseñor absorto en la ceniz… y la mirada inmóvil de las bestias… Todo es presagio. La luz es médul… arden en mí los significados.
Cuando tamaño significa lo grande y lo pequeño Tamaño insistente, impune de la saciedad
esta mañana lluviosamente azul, amparado únicamente por mi paraguas intrínseco, he logrado acercarme a tu juguetería; quiero decir, claro es, a tu juguetería Liminalmente hablando, te ...
Tú en la tristeza de los urinarios… (amor, amor en las iglesias húmeda… ah, sollozabas en las barberías (e… estaban dentro de tus ojos): así es el llanto.