Este amanecer tan cómplice, lleno de fe desde siempre, a veces con ilusiones, otras sin esperanza, este despertar tan mío, con mis sueños y añoranza. Alma desconsolada, consiencia de lo anhelado, otro suspiro impaciente, y otro año ya pasado. Así ha de ser, destino frívolo e hiriente, poniendo verjas en senderos, quitando causes a mis venas desangradas por volver.