Condenado
Nací condenado a vagar por las sombras de los caminos de la vida
No hubo un primer aliento ni tampoco un último, como las mentiras son la antítesis de la verdad
Crecí enclaustrado en un laberinto de sentimientos, donde el alma se hiere con espinas
Nunca rece ninguna plegaria a la luna, y si a Dios pero a veces es cobarde... se ocultó tras sus silencios
Hubo Noches sin días y días sin noches, y en esa amalgama de tiempo pasaron mis días
El tiempo penetra como se hunde un puñal entre las costillas
Nací condenado, viví preso, ahora sólo busco rozar la libertad
