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ASHLY VILLAVICENCIO

El poeta melancólico del modernismo ecuatoriano

Medardo Angel Silva nació en Guayaquil en 1898 en una familia de clase media con limitaciones económicas su padre murió cuando él era muy joven, lo que efectó su vida familiar y lo obligó a trabajar desde adolescente. A pesar de las dificultades, mostró talento para la escritura desde pequeño. Se empleo como periodista y corrector de pruebas para ayudar a su madre, y colaboró en varios periódicos. Su entorno familiar marcada por la tristeza y la necesidad influyó en su poesía melancólica. Murió trágicamente a los 21 años.
Medardo Silva vivió a inicios del siglo XX una época marcada por cambios sociales y conflictos en Ecuador y a nivel mundial, se sintió la Primera Guerra Mundial (1914-1918), lo que incluyó un pensamiento pesimista de muchos jóvenes. En Ecuador, no había estabilidad política, gobiernos y crisis económicas que afectó a las clases populares.
El acceso a la educación era limitado, pero Silva pudo estudiar y destacó por su gusto por la literatura, en una época de descontento juvenil y modernismo como forma de expresar belleza o dolor.
Las obras de Medardo Silva son valoradas por su profunda sensibilidad, su estilo melancólico y su lenguaje poético lleno de belleza. Es uno de los máximos representantes del modernismo en Ecuador y Latinoamérica. Aunque murió tan joven, dejó poemas que siguen conmoviendo por su emoción y riqueza literaria.
En el poema “Va ligera, va pálida, va fina”, Silva utiliza varias figuras literarias destacadas como la metáfora, al decir “se torna su cuerpo un ala fina”, para mostrar ligereza y fragilidad. Hipérbole, al exagerar la delicadeza de la danzarina que “se va a morir”. Y en personificación, al decir que “las arpas lloran”
También emplea licencias métricas como la sinalefa cuando dice “Va ligera, va pálida, va fina” se unen en las vocales “va” y “li”. Hiato, cuando el poeta evita una sinalefa para dar énfasis a una palabra o pausa emocional. Y endecasílabo, muchos versos tiene 11 sílabas métricas, lo que es común en poesía. Hay hablante lírico y actitudes líricas como la carmínica, apelativa y enunciativa.
Medardo Silva, poeta ecuatoriano de inicios del siglo XX, vivió en una familia con limitaciones económicas y comenzó a trabajar desde joven. En medio de un contexto social de inestabilidad política en Ecuador y bajo la influencia mundial de la Primera Guerra Mundial, su poesía expresa el desencanto y la sensibilidad de una generación. Su obra es valorada por su tono melancólico y su profundidad estética.
En el poema “Va ligera, va pálida, va fina”, el hablante lírico muestra admiración y angustia ante la figura frágil de una danzarina. A través de figuras literarias como metáfora, hipérbole y personificación, y el uso de licencias métricas como la sinalefa, le permiten al autor lograr una gran musicalidad y belleza.
Las actitudes líricas expresiva y apelativa refuerzan la carga emocional del texto, transmitiendo la delicadeza y la vida y el arte.




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