ETERNA COMPAÑÍA
Eterna compañía
Athenea Stone
Santiago de Chile
Hoy sentí nostalgia de tí, me devoran las ansias por escuchar sobre tus rutinas; hoy me apremia la urgencia de una caricia guardada, necesito los besos de tus miradas y el calor de tu sonrisa... Hoy te reclamo, imploro tu compañía, extraño tu abrazo, pese a la recurrencia de tu absoluta presencia, a la que me estoy acostumbrando después de tanto despreciarte.
Es madrugada y aquí me tienes, dando vueltas por la distante luna, tratando de encontrarte; subo al escenario del sarcasmo, para buscarte entre sus detestables faldones y solo hallo unos cuantos cabellos extraviados de algún poeta descuidado.
Regreso a casa con menos equipaje del que me llevé y con desconsuelo recuerdo como fué que me encontraste una tarde y sin invitarte, te bebiste un sorbo de mis amargas lágrimas, luego acariciaste mis cabellos ya canos y desde ese fugaz instante, te veo en todos mis momentos... Estás en los cajones donde escondo mis temores, te hallas en los hilvanes de mi corazón descosido, estás habitando desde la oscuridad de mi alma, hasta el tejado que cobija mis añoranzas.
Te odio y te necesito, te busco y sin embargo te rechazo, es que al final de mis años de reclamos y tristezas, solo tú me quedarás, tú y tu eterna compañía, cargando de mi vida la valija, hasta el esperado parpadeo de la piedad del tiempo.
Athenea Stone
